Adquirir el control del propio cuerpo es un proceso progresivo y
complejo, que evoluciona desde los primeros actos reflejos e
involuntarios del bebé, hasta la capacidad total para realizar las
actividades de forma autónoma. Esta evolución, en la que el niño pasa de
la dependencia de los adultos a la autonomía, no se desarrolla de igual
manera en los niños, sino que depende del ritmo de madurez de cada
uno.
Desde la escuela también se ha de potenciar el desarrollo y adquisición
de la autonomía, ya que con ello aumentamos su autoestima, desarrollamos
la responsabilidad de los pequeños, fomentamos el desarrollo de la
capacidad de aprender a aprender, los predisponemos para afrontar nuevos
aprendizajes, etc... en resumen se podría decir que los ayudamos a
hacerse mayores.
En las fotos podéis ver como los alumnos se ponen y quitan las batas
solos. Es un trabajo que les ayuda a hacerse más autónomos y a la vez
desarrolla su psicomotricidad fina, hecho que influye directamente en la
adquisición del proceso de escritura.
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